Terminado
el oficio religioso que efectuara el padre Luis Grassi
en la Parroquia de Matheu por la conmemoración
del día de la Independencia, la comitiva que estaba
reunida en el lugar se dirigió hasta el palco oficial.
Junto a mi fue caminando Raúl Ibáñez,
luciendo su impecable traje de gala como la circunstancia
lo amerita.
El sol radiante de una hermosa mañana de invierno
se reflejaba victorioso en el pecho de este ex combatiente
que hinchado de orgullo se veía cubierto de medallas.
Cuenta
la historia que el 6 de abril de 1982 zarparon de Buenos
Aires, afectados a las operaciones en Malvinas, los Guardacostas
GC-82 "ISLAS MALVINAS" y el GC-83 "RIO
IGUAZU". Aunque por sus características estructurales
y autonomía, no estaban preparados para una navegación
oceánica de esa envergadura, las dos naves se dirigieron
al teatro de operaciones.
Arriban a las islas el 13 de ese mes, tras romper el día
anterior el bloqueo militar aeronaval impuesto por los
ingleses y el asedio de un submarino nuclear.
La travesía que ya fue una hazaña en sí
misma dadas las terribles condiciones meteorológicas
que enfrentaron por 600 millas de mar abierto, en medio
de una furiosa tormenta, con olas de siete metros.
Llevaron
a cabo, entre otras, las tareas de acompañamiento
en navegación a buques de bandera Argentina, practicaje
de buques nacionales a través de la zona minada
en el acceso a Puerto Argentino, apoyo y logística,
patrullajes de reconocimiento casi permanentes, diurnos
y nocturnos, en la bahía interior de Puerto Argentino
y en la bahía exterior (Puerto Groussac), tareas
de búsqueda y rescate, especialmente de los pilotos
que se eyectaban de sus aviones y caían al mar.
Armados con dos ametralladoras Browning calibre 12,7 mm.
montadas en popa sobre ambas bandas, cada uno de ellos
navegó más de 1500 millas entre las islas,
con tripulación propia y a veces con buzos tácticos
que realizaban tareas de su especialidad con el apoyo
de nuestras naves.

Bajo
el mando del Subprefecto Eduardo Adolfo Olmedo, el guardacostas
"Río Iguazú", zarpó el
22 de mayo muy temprano con destino a Puerto Darwin transportaba
personal y material del Ejército Argentino (Dos
cañones desarmados de una tonelada cada uno), cuando
a las 8.25 horas, fue atacado por dos aviones Sea Harrier,
con fuego de sus dos cañones de 30 mm, que produjeron
mortales averías en el casco.
Al repeler la embestida con fuego propio, perdió
la vida el Cabo 2º Julio Omar Benítez.
Aunque los motores seguían funcionando, el Cabo
2º Raúl Ibáñez tuvo que subir
a cubierta por que la sala de máquinas se inundaba.
Olmedo le da instrucciones que dejara las bombas de achique
funcionando solas, que el trataría de encallar
el buque contra unas rocas.
Ibáñez nos narraba que el agua de la perforación
hecha por el disparo de Harrier golpeaba el techo del
compartimiento de la sala de máquina.
Al ver a su compañero muerto, Ibáñez
lo sacó de su puesto desatando la correa que lo
sujetaba a la ametralladora y al grito de Subprefecto
Eduardo Olmedo "Hacelo Mierda" espera que el
Harrier se acomode desde atrás por la estela del
buque y es entonces cuando nuestro humilde vecino de Matheu
entra a la historia por la puerta reservada para los verdaderos
héroes que en los momentos extremos evidencian
la vocación de servicio y el arrojo por encima
de cualquier mezquindad.
El
Harrier venía a dar el golpe de gracia a un pequeño
y casi inofensivo enemigo, pero se encontró con
una obsoleta ametralladora empuñada por el Cabo
2º Raúl Ibáñez que no tenía
intenciones de entregarse fácilmente.
La
ráfaga de municiones de la ametralladora Browning
calibre 12,7 mm le pego de lleno y el avión "SEA
HARRIER" serie ZA192 del Escuadrón 800, tripulado
por el Capitán de Corbeta Batt paso humeando a
metros de las antenas del Guardacostas, dio un leve giro
y cayo al mar, convirtiéndose en el único
Sea Harrier abatido por una unidad de superficie. El otro
en primera instancia intento atacar pero luego tomo una
acción evasiva dándose a la fuga posiblemente
hacia el portaaviones "Hermes".

Resultaron heridos en la acción el Oficial Principal
Gabino 0. González, el Ayudante de 3ra Juan José
Baccaro y el Cabo 2º Carlos Bengochea.
Prácticamente
inutilizado, el buque fue embicado en una isla al este
de Puerto Darwin, donde bajaron las pocas pertenencias,
el cuerpo de Benítez y los heridos. Pasaron mas
de un día hasta que los vio un helicóptero
y les hizo seña que esperaran.
Luego otro los vino a rescatar pero no quería llevar
los bolsos y menos el cuerpo del abatido. Sus compañeros
se negaron a subir y ante esa firme actitud el piloto
accedió a subirlo.
Como
ejemplar muestra del espíritu que animaba a nuestros
héroes debe destacarse que, por un profundo sentido
en la preservación de la Fe y de los símbolos
de la Patria, en pleno combate se rescató la imagen
de la Santísima Virgen Stella Maris, que permanecía
intacta en su puesto del puente de mando, y el pabellón
nacional.
El
24 de mayo a las 18 horas el cabo Benítez fue inhumado
en Puerto Darwin con las honras fúnebres correspondientes.
Formó personal superior y efectivos del Ejército
y de la Fuerza Aérea, además de los tripulantes
del Guardacostas "Río Iguazú'.
Con fecha 22 de mayo de 1982 Benítez fue promovido
"post mortem" al grado de Cabo 1º , distinguiéndose
su accionar con la medalla "La Nación Argentina
al Muerto en Combate".
A
las banderas de ambos guardacostas se les otorgó
posteriormente la distinción "Operaciones
de Combate", "Prefectura en Malvinas" y
una condecoración de la provincia de Santa Fe,
consistente en una medalla con la inscripción "El
Gobierno y el Pueblo de la Provincia de Santa Fe a la
Bandera que Combatió en el Atlántico Sur
1982".
El
pabellón del Guardacostas "Río Iguazú",
a su vez, mereció la distinción de "Honor
al Valor en Combate".
El
Cabo Ibáñez, que en las primeras descripciones
hidalgamente quisiera atribuir el mérito de derribar
el avión a su camarada muerto en acción,
recibió la máxima condecoración que
entonces se otorgó: "La Nación Argentina
al Heroico Valor en Combate".
El
personal que resultó herido fue distinguido con
la medalla "La Nación Argentina al Herido
en Combate", y todos los que participaron en las
Islas Malvinas y en los espacios aéreos y marítimos
fuera de las doce millas náuticas del continente
recibieron el distintivo "Operaciones en Malvinas"
y "Prefectura en Malvinas".
La
pequeña imagen de Stella Maris, Patrona de la Prefectura
Naval Argentina, venerada a bordo del GC83 "Río
Iguazú" y que tanto lo protegiera, se encuentra
rescatada en el atrio de la Capilla Nuestra Señora
de la Esperanza, sede de la Capellanía de la Prefectura
Naval, en Puerto Madero.
Los
dos guardacostas se quedaron para siembre en las islas
como mudos custodios del cabo Benítez a la espera
de ser devueltos al continente solamente con el juicio
de los justos.
Acompañé
a Raúl Ibáñez hasta el Palco Oficial,
lo deje en la escalinata y me fije como cuidadosamente
se ubicó en el fondo, mire alrededor y tome conciencia
de con que liviandad usamos la terminología "héroes"
que al igual que con el uso de antibióticos nos
deja inmunes y cuando necesitamos aplicarlos verdaderamente
parecen que no cumplen el efecto necesario.
Gracias Raúl.
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